Con gran indignación observe este domingo 3 de abril en el estadio Guaicaipuro, un espectáculo muy lejano a la moral y buenas costumbres del ser racional. En las tribunas como todos los fines de semana estaban los constantes grupos de aficionados, jugadores y publico espectador. Todo bien y en normal proceso, hasta que dos personas a las que conozco muy bien y no las voy a nombrar por respeto a la identidad. Con el cerebro hasta las neuronas con licor, empezaron con un espectáculo muy propio de todo, menos de un caballero del beisbol. No critico que se tomen sus rubias u otros elixires de alcohol, pero que maltraten hasta el punto de herir con una botella a "Chicotico" no tiene justificación. Debemos poner mas de nosotros para hacer del espectáculo del beisbol, el mas ordenado y pulcro de los deportes. Con las suspensiones de 6 meses a estos dos colegas beisbolistas debe sentarse un precedente para respetarnos mas y respetar sobre todo, al poquito publico que nos viene a visitar.
Hasta el próximo tres y dos con el deporte.