viernes, 5 de julio de 2013

Liga Softbol Femenino Carrizal












Hoy cumple años su Editor Web

Hoy esta de cumpleaños 49 su editor de Béisbol y Softbol Miranda, el profesor Luis Camacho. Por lo que sus seguidores web y su familia le desean lo mejor del mundo en este día.






Niquitao, pueblo de grandes hombres

Que hermosa gesta Independentista lograda por verdaderos patriotas liberadores y con don de patria y soberanía. Bravo por los héroes Rivas, Urdaneta . Mi bello Niquitao, tan pequeño que eres, pero tan grande en glorias históricas. Nunca descansaré en ir a ti y regocijarme de hombres tan nobles como estos y como mi padre Don Rafael Camacho. Viva Niquitao.
 Historia:
En el año de 1813, se libra la Batalla de Niquitao, enfrentamiento entre el ejército libertador al mando de José Félix Ribas y Rafael Urdaneta y una columna española Comandada por Martí.  Fue una de las siete batallas que conformaron la denominada Campaña Admirable y la primera batalla que dirigía y ganaba José Felix Ribas. 
Para el amanecer de 2 de Julio de 1813, día de la batalla, la primera división de Infantería del ejército Tísca, comandada por Martí, tenía puesta su avanzada, a una lengua de Niquitao, estando situado el cuartel general del enemigo en el sitio de la Vega, las avanzadas del ejército patriota, a su ves, van a reconocer las posiciones de combate del enemigo, y se colocan en sitios estratégicos. Con Rivas a la cabeza, la división marcha con el orden debido, y a las nueve de la mañana se avisa al ejército contrario, compuesto de ochocientos hombres bien armados. Unos minutos más tarde comienza el combate y en medio del fuego vivísimo de los realistas, que sostenían su formidable posición, aunque ello no era obstáculos para que por la impavidez de las tropas patriotas siempre se ganase terreno hasta el punto de estar casi frente a frente, lo que se hubiera realizado si no es porque el enemigo abandona los primeros puntos que tenia tomados y se retira a ocupar posiciones previstas de mayor importancia, cubierta de peñas bastante infraguables, donde aseguraban que las tropas patriotas, caso de penetrar allí, serían barridos por el fuego español, lo que no se llevo a efecto a pesar de que se tomo dicha posición con tropas que prefiriendo la muerte a la deshonra se cubrieron de gloria en aquella memorable fecha.

Junto a los triunfos en las batallas de Betijoque, el 4 de junio y de Agua de Obispo, 18 de junio de ese mismo año, no hubiese sido posible éste importante triunfo que abrió a El Libertador la puerta del centro del país.